Luego de saltar al mundo freelance

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Saludos chicuelos, me perdí un rato, pero les traigo el nuevo post sobre mi experiencia siendo freelance full-time luego de unos meses.

Primero, ¿Qué es ser freelance?

Son las personas más felices de la tierra. Estoy bromeando. En realidad son las personas que trabajan de forma independiente. No están atadas a un empleador o solo contrato. Estas personas suelen cobrar por hora o proyecto. Son su propia marca, empresa o administradores* y normalmente están dedicados a una sola rama de una profesión.

* Aunque algunos ilustradores independientes son representados por agencias que los ayuden en la administración y gestión con clientes.

 

 
 

¿Por qué ser freelance?

No es lo mismo ser freelance a matar un trigrito*. Ser freelance es dedicarte de lleno a ti como marca y empresa. A mi me gusta más tener el control de mi tiempo, mis clientes y mis proyectos en vez de solo hacer lo que se solicite.

Ser freelance te permite decidir con quién quieres trabajar. Digamos que si el proyecto no va alineado a tus valores puedes negarte (y recomendarlo con un amigo). Puedes establecer tus reglas y tus tiempos (aunque suene muy de fantasía no siempre es así pero puede serlo). Ser freelance me permite tomar decisiones que como empleado jamás podría hacer.

*Matar un tigrito: forma venezolana de decir "algún proyecto pequeño que haces luego de tus horas de oficina para tener un ingreso extra"

 
 

Mi experiencia siendo empleado y freelance a medio tiempo.

Decidí ser freelance porque estaba cansada y deprimida de auto-explotarme. He trabajado en agencias donde el horario depende de la urgencia del cliente, el proyecto, la pasión, la luna, etc. para luego llegar a casa a trabajar en cosas que si amo o solo por un complemento salarial. Al final del día terminaba de trabajar a eso de las 11-12 pm o más tarde, sumado a eso las cosas de la adultez como cocinar, lavar, etc.

Antes de irme de Venezuela mi semana era así: Tenía dos trabajos muy demandantes al tiempo, freelance en la noche, algunos días de clases en la semana (talleres o cursos) y los sábados estaba haciendo un diplomado de fotografía. Super chévere.

Luego en Bogotá fue tranquilo, pero el abrupto cambio de ritmo me volvió loca, de repente tenía todo este tiempo sin ocupar y no mucho dinero. Entonces volví a las riendas: trabajo, freelance, clases, trabajo, freelance, clases, trabajo, freelance, freelance, trabajo, trabajo, trabajo, trabajo, freelance… Bucle infinito de la auto-explotación. De domingo a domingo.

 

¿Cuando salía o descansaba? Te cuento: nunca. Tenía visitas en mi casa y yo estaba con la compu o encerrada en mi oficina con la compu o echada en mi cama con la compu. Y si había la mínima oportunidad de salir yo prefería quedarme a dormir.

Evidentemente era miserable y tuve que tomar una decisión cuando entendí que me estaba marchitando frente a mi computadora. Claro que todo esto tiene una razón detrás, porque yo mismo lo busque, estaba triste y para no pensar en eso ocupaba todo mi tiempo.

Un día estaba en el bus camino a mi trabajo de agencia y me pregunté ¿Así quiero vivir para siempre? ¿Qué me estoy haciendo? ¿Qué quiero hacer realmente? Y una voz en mi cabeza, muy atrás dijo: Quiero ser ilustradora freelance. Así que salte a eso.

 
 
 

Tras un par de meses de ser freelance full-time, ¿Qué he aprendido?

El cambio de ritmo me pegó: De nuevo, pasar abruptamente del bucle infinito de la auto-explotación y miseria a tener todo este tiempo para administrar no fue fácil. Tuve que redefinir mi ritmo y esto me llevo al menos 3 semanas.

• Ser tu propio jefe puede ser abrumador: Tomar todas las decisiones no es fácil, pero para mi es un aire fresco en la cara. ¿Porqué? Soy muy intensa del control y a veces me cuesta recibir un acuerdo y que no se cumpla al pie de la letra. Pero ser mi jefe me deja controlar todas esas cosas que siempre pensé podría administrar mejor, claro que cuando me equivoco soy la única responsable y tengo que lidiar con eso.

La organización es todo: Mi trabajo no depende solo de talento y colores, necesito estar organizada. Mi oficina está rodeada de calendarios, agendas y post-its. Uso el Bullet Journal para tener todo on point. Si quieres saber cómo lo hago, dime en los comentarios para decirte mi secreto en un próximo post

• Soy muy floja: El ejercicio no es lo mío pero he aprendido que debo sacar a pasear a mi cerebro al menos 3 veces a la semana, así sea hasta el centro comercial para poder darle circulación a mi cuerpo. Y como no me gusta hacer ejercicio, limpio mi oficina y la cocina antes de empezar a trabajar (yo sé que es raro) pero estas acciones me ayudan a iniciar sistemas antes de trabajar.

Ser creativo vs. Ser productivo: Esto es clave y un gran paso al momento de decidir como distribuir mis horas de trabajo. Quien te diga que es más creativo solo de noche es porque quizás aún no distingue la diferencia entre creatividad y productividad.

Para mi es así: am-productiva, pm-creativa. ¿Porqué? En las mañanas ejecutó mis tareas a toda mecha. Soy más eficiente y voy más rápido si la tarea es mecánica, es decir, es algo repetitivo o que ya se como debo empezar. Pero si debo pensar o crear ideas, mi hora dorada es en la noche. Mi cerebro está calmado y despejado de las cosas que debo hacer para pensar que cosas puedo crear y las escribo, hago bocetos o las comparto, etc.

Tomar clases online: me gustan más las clases presenciales, pero esto de no tener que trasladarme a tomar clases me encanta. Tomo todo tipo de cursos on-line ahora que puedo y tengo el tiempo a mi favor.

• La flexibilidad es importante: está bien establecer un horario pero puedo hacer ciertas cosas con calma y otras no. Solo ser puntual conmigo y mis clientes.

Invertir en mi marca personal y presencia online: actualmente no solo es trabajar para clientes sino para mi marca, ejemplo: este blog o mi instagram. Eso lleva tiempo pero es algo necesario, es una inversión para mi y un espacio fuera de clientes que me deja pensar con libertad, lo malo es que a veces estoy muy cansada para arrancar.

Cronometrar mis procesos y tener horas de foco: hay muchas herramientas para cronometrar los procesos y así saber cuanto tiempo me lleva hacer algunas cosas y tener ese estimado para comisiones más adelante y también de alguna forma me hace sentir presionada, ayuda a tener focus hours, donde me dedico a una tarea específica por periodos determinados de tiempo sin distracciones. Para organizar y cronometrar uso el celular y también asana junto a este time tracking plug-in.

La gente suele creer que trabajar desde casa amerita mucho tiempo libre, pero no. Amerita fuerza de voluntad para no quedarte en tu cama viendo Netflix todo el día con pizza y 2 litros de coca-cola.

Cuidar tu postura al trabajar para no dañar la espalda: siempre tengo mala postura, tengo que recordarme estar derecha o sentarme bien para no estar al final del día toda adolorida y doblada.

 
 

Aunque estas son pocas lecciones para un par de meses me han parecido válidas para compartir. Ha sido una experiencia interesante y retadora para mi decidir cambiar mi ritmo de trabajo para mi bien. Pues no es solo perseguir una meta, sino también escogerme.

Escogerse a uno mismo por salud, bienestar o felicidad es un reto personal, no es dejarse llevar por la vida, el trabajo y cosas así, sino parar un momento y mirar tu contexto para saber si estás dónde quieres.

Fue una decisión especialmente difícil y que requirió organizarse muchísimo antes de hacerlo. No vayan a creer que me tire a la piscina del freelance sin prepararme para eso. Necesitas por lo menos una base de ahorros y una cartera de clientes.

Los dejo hasta acá, espero que le haya gustado este post y déjenme saber en los comentarios si les gustó y quieren leer próximamente sobre como pase de desordenada a super organizada con el Bullet Journal.

Nota: Ningún tigre fue lastimado en la realización de este post.

Recuerda compartir si te gustó y seguirme en mis redes sociales para ver más sobre mi trabajo y cuando hago banana bread. ;)


Valeria Diaz

I’m a design lead and art director with 10+ years of experience with a passion for crafting clear, creative solutions. With a background in visual design, illustration, and UI/UX, I help shape the personality of brands through thoughtful, human-centered visuals. I’ve worked across both product and marketing design, bringing consistency and creativity to every touchpoint. I step into teams with trust, humor, and a strong sense of purpose. I believe great design balances accessibility and amazing graphics, and I thrive in collaborative environments where curiosity and creativity drive impact.

And I believe a bubble tea a day helps create great design (and maybe having a dog nearby).

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